¡Viva el vino!, un análisis sobre las drogas y el socialismo

Introducción

En éste artículo vamos a definir qué es lo que normalmente podemos llamar droga, haremos un breve recorrido histórico sobre el papel de las drogas en nuestras sociedades, y analizaremos el uso de las drogas desde una perspectiva actual y materialista.

¿Qué son las drogas?

El término "droga" tiene dos definiciones o formas de entenderlo, la médica y la social. En medicina la droga es aquella sustancia con la capacidad de una vez introducida en nuestro organismo, prevenir o curar una enfermedad, pero que también puede matarnos en una dosis demasiado alta. En sentido social normalmente se entiende por droga aquella sustancia con algún principio psicoactivo (especialmente si es ilegal, todos estamos acostumbrados a oír la famosa frase "yo no me drogo, solo bebo alcohol y fumo tabaco" o similares)

Las drogas en la historia

En éste apartado vamos a hacer un rápido repaso del uso de las drogas a lo largo de la historia, para entrar en contexto sobre lo que hablaremos en los siguientes apartados. 

La historia de las drogas es la historia de la humanidad y las enfermedades, las drogas siempre han acompañado a los seres humanos primero como remedio contra las enfermedades, y después como medio de experimentar con su espiritualidad. 

Los restos más antiguos de alcohol se han encontrado en China
 en vasijas que datan del 7000 A.C.

Desde la prehistoria hasta la antigua Grecia, la medicina se basaba mayormente en una serie de ritos mágico religiosos que consistían en la ingesta de hierbas o brebajes y en la entonación de alguna clase de ensalmo o frase para que la medicina hiciera efecto, en los que a menudo se utilizaban opiaceos y alucinógenos porque se pensaba que las alucinaciones nos acercaban a los dioses y nos permitían alejar a los malos espíritus. Por otra parte tenemos el consumo recreativo, el cual no se resume a la época moderna como muchos piensan, si no que es contemporáneo del consumo medicinal, remontándose a ser anterior a la revolución agrícola (lo que nos induce a pensar que la desaparición de la sociedad de clases no bastaría per se para acabar con su consumo).

Junto al consumo medicinal y recreativo, también podemos encontrar otra clase de consumo, el "dopaje", aquel consumo utilizado no por diversión o para curar un malestar, si no para mejorar el rendimiento físico o psicológico. Éste consumo ha sido ampliamente utilizado deportiva (aunque hoy en día se persiga, en la antigua Grecia se les administraba opio con miel y vino a los deportistas olímpicos) y militarmente, por ejemplo un derivado del opio que usaban los guerreros griegos para olvidar la fatiga y el trauma psicológico de la guerra, o más familiar para nosotros, las anfetas que aún hoy se utilizan en la guerra moderna para mantener a los soldados despiertos y concentrados, o el alcohol que les desinhibe y vuelve "valientes" (aunque quizás estaría mejor matizado con "temerarios").

El gobierno y las drogas, una historia de amor

A todo lo anterior, debemos sumarle el uso que los gobiernos le han dado históricamente a las drogas como método de control de masas, introduciéndolas en barrios de trabajadores acabando con la organización obrera, el ejemplo más cercano en España lo tenemos en los años '80, cuando el consumo de heroína entra en auge en España debido a varios factores, entre ellos la muerte de Franco y la llegada de "la transición", la reconversión intrustrial de algunas comunidades,  y el creciente mercado negro, pero nada de ello explica porqué fue en barrios obreros donde la organización obrera se estaba haciendo más fuerte, donde mayor grado de incidencia tuvo la heroína, ni explica por qué la misma guardia civil hacía oídos sordos al narcotráfico en según qué lugares o incluso introducían ellos mismos la droga.

Algunos de éstos datos los podemos encontrar en el libro "a los pies del caballo" de Justo Arriola, del cual podemos leer un extracto aquí;

Personas activas políticamente se fueron olvidando de sus inquietudes políticas y sociales. Como E., una mujer activa que empezó a consumir heroína en 1980 como una forma más de protesta ante la sociedad y abandonó su lucha política: «Quizás es egoísta pero la heroína te hacía sentir paz, lo que menos apetecía era la lucha». Según ella, a mucha gente le ocurrió igual, dejaron la política por el caballo. No tiene ninguna duda de que eso era lo que buscaba la policía al permitir que se extendiera el tráfico y consumo de heroína. No todos se desmovilizaron al mismo ritmo. A mediados de los 80 yo mismo peleaba en las barricadas junto a algunos consumidores de heroína y conocí a un militante, ya fallecido a causa del sida, que me contó que durante un tiempo compaginó su cuelgue del caballo con la lucha armada. Otro de esos jóvenes que dejaron las manifas y la política por el caballo es Javi, que se enganchó a los 16 o 17 años. Cuando empezó a consumir, se hizo trapichero.

Pero ésto no es exclusivo de España, en EEUU las drogas son utilizadas de un modo brillante;

La proporción de adultos negros que consumen drogas es similar o incluso inferior a la de adultos blancos; sin embargo, los datos analizados por las organizaciones muestran que los adultos negros tienen dos veces y media las posibilidades que tienen los blancos de ser detenidos por tenencia de drogas, y casi cuatro veces las probabilidades de ser detenidos por tenencia simple de marihuana. En muchos estados, las disparidades raciales eran incluso mayores: por ejemplo, en Montana, Iowa y Vermont, la proporción era de 6 a 1. En Manhattan, la probabilidad de que las personas negras sean arrestadas por tenencia de drogas es 11 veces la probabilidad de que las personas blancas lo sean.

Estados Unidos es el ejemplo de como usar la droga para crear una imagen de inmigrante peligroso, y utilizarla en favor de campañas políticas, represión policial y alienación obrera, que verá al inmigrante como causante de los problemas, en lugar de culpar a la burguesía. Para ésto no utiliza únicamente detenciones a poblaciones no blancas y la difusión de los mass media, también utiliza los medios cinematográficos (los cuales sabemos que crean imaginarios tanto dentro como fuera del país) en los cuales podemos ver como la gran mayoría de consumidores que aparecen en las películas americanas, no son americanos, son los "negratas" y los latinos del Ghetto.

En méxico, Durante el colonialismo, el imperio Español popularizó el consumo de alcohol e introdujo nuevas bebidas en México para favorecer el sometimiento de las poblaciones indígenas;

Con la conquista se introdujo en nuestro territorio la caña de azúcar y la producción de destilados. El mismo Hernán Cortés, un año después de su arribo al Nuevo Mundo, instaló la primera fábrica de aguardiente en Cuernavaca. En 1542, por orden de Carlos V, se abrió la primera planta elaboradora de cerveza a cargo de Alfonso de Herrera.

Con la conquista también se suprimieron las antiguas restricciones y el consumo de alcohol en la población indígena y mestiza aparentemente se generalizó, contribuyendo a aumentar la desmoralización y el sometimiento. La producción y el comercio del Pulque y otras bebidas quedó en manos de unas cuantas familias criollas y españolas.

Para 1672 la corona ya había establecido una serie de regulaciones, algunas tendientes a defender el comercio de los derivados de la vid peninsular, otras a incrementar sus ingresos fiscales; otras disposiciones indicaban una preocupación por reducir los excesos en el consumo y sus efectos con propósitos de salud y de control social.

El gobierno no utiliza las drogas únicamente con fines de control de masas, también para ganar dinero mediante la gravación de impuestos, por eso el gobierno permite  el consumo de drogas como el tabaco o el alcohol (incluso si me apuras, el azúcar o el café), las cuales no aportan absolutamente nada positivo a la salud de la sociedad, pero sí a los bolsillos del estado y de las empresas que las comercializan.

Uso de las drogas por la sociedad actual 

Hoy en día y sin olvidar lo anteriormente dicho, las drogas se utilizan por las masas como método de socialización en festivales, fiestas, etc..., debido a que desinhiben (eliminan la vergüenza y muchos de los filtros racionales que tenemos para el humor, la belleza, etc...) y nos permiten relacionarnos con otras personas de una manera mucho más desenfadada y facilitando la conexión (cuando todo te hace gracia todo el mundo te cae bien). No en vano somos el país con más bares por habitante, y en ellos el consumo principal son la cerveza y el café.

Aunque éste artículo no vaya a centrarse en ello, me gustaría mencionar la relación entre las drogas y la interacción de hombres y mujeres heterosexuales, que si bien de un tiempo a ésta parte el emborrachar a una mujer (o esperar desde la distancia que lo haga ella como si fueses un depredador) y llevártela a la cama se ha convertido en algo cada vez más rechazado por la sociedad, no es algo que haya dejado de hacerse, con drogas cada vez más complejas, como por ejemplo la burundanga. Lamentablemente sigue siendo plato diario en nuestra sociedad que llegue el fin de semana y una "manada" de colegas salga de fiesta con la idea de encontrar alguna mujer borracha y aprovecharse de ella (lo que, en efecto, es violación).

Por otro lado tenemos el consumo por evasión, consumimos diferentes tipos de drogas para olvidar las penas de nuestra vida, el famoso "ahogar las penas en alcohol", solo que no es únicamente alcohol, cada vez prolifera más el uso extendido de marihuana y diferentes tipos de drogas de diseño en festivales, que permiten que la juventud se pase sus días entre semana ciega de porros y el fin de semana se coma 2 pastillas sonrientes, se meta un gramo de speed y apague el cerebro hasta el lunes en el que volverá a su rutina.

Para evadirnos no utilizamos únicamente las drogas, es importante ser conscientes de que la droga y la televisión no son las únicas cosas susceptibles de alienarnos, el pan y el circo hoy en día se extienden a prácticamente todo, videojuegos, música (festivales, raves...), juegos de azar, deportes, etc..., en general cualquier cosa en la que podamos escondernos del mundo real el tiempo suficiente para no tener que actuar respecto a él.

Posición del socialismo respecto a las drogas

Como socialistas debemos pararnos a pensar antes de actuar, debemos hacer un análisis materialista de la situación y tomar la decisión que creamos que beneficiará más al proletariado a la larga, incluso aunque ella pueda ir en contra de lo que nosotros realmente pensamos o necesitamos. Así, no podemos incitar al consumo o incluso participar en la venta de drogas, no solamente como individuos, si no, obviamente, como grupúsculos/asociaciones/partidos.
Como socialistas debemos tratar de ayudar a aquellas personas que necesitan de la droga a salir de ella, no facilitarles o empujarlas hacia un consumo que sabemos que lo único que hace es dañarlas, no ya menguando su capacidad revolucionaria, si no como personas a su salud tanto física como mental.


Por otro lado, encontramos entre nuestras filas a muchos socialistas desprecian a las personas consumidoras, las tratan como si fuesen basura, las relegan a la marginalidad porque "prefieren drogarse antes que trabajar por la revolución, ¡son escoria!". Ésto no solo demuestra una profunda falta de conocimientos, ya que da a entender que una persona consumidora lo es porque quiere y podría dejar la droga y coger el fusil de un día para otro sin ningún problema, ignorando por completo los factores psicológicos, sociológicos, políticos e incluso biológicos que se esconden detrás de cada persona consumidora.

Entre estas dos posiciones hay intermedios, podemos criticar la droga duramente sin castigar ni criminalizar  al consumidor, podemos hacerle entender las repercusiones que tendrá esa droga en su salud y su vida (social, académica, deportiva, etc...), pero también e igual de importante, hacerle sentir que en nosotros (y nuestras organizaciones) encontrará apoyo para dejar el consumo cuando se sienta preparado, incluso aunque en éste momento no desee dejar ese consumo. No sirve de nada ofrecerle nuestro apoyo y ante la primera negativa responder con un rechazo total, la mayoría de personas necesitará de tiempo de reflexión y asimilación antes de decidir dejar el consumo, y lo mejor es que sepan que si llegan a ese punto, no estarán solos.


No sabemos como será la sociedad comunista del futuro, lo que sí sabemos es que para poder ser llamada "comunista", las personas y sus necesidades deberán ser el eje sobre el que se desarrolle la producción y la organización, y no la ganancia de capital. Empecemos a comportarnos como comunistas, dejemos de vender nuestros valores y de pasar droga o montar "fiestas con cerveza para recaudar dinero para el partido", es cierto que vivimos en el capitalismo, nos guste o no, y que debido a ello tendremos que lidiar con contradicciones diarias porque la vida en sociedad no deja otro remedio, pero lo que también es cierto es que hay cosas que no podemos permitir, hay cosas que podemos evitar hacer, y otras que debemos hacer.

La droga y su consumo es un campo donde todavía nos queda muchísimo que aprender, pero ya hay algunas cosas que sabemos, entre ellas que es muy fácil desarrollar adicción hacia ellas y que una adicción te destroza la vida, así que como comunistas es nuestro deber el combatir la proliferación de la droga en nuestra sociedad, ofreciendo apoyo al consumidor y acabando con el tráfico y la venta.

Posibles soluciones al problema del consumo de drogas

El "problema de las drogas" es muy complejo al ser multifactorial, sin embargo, hay algunas cosas que sabemos con certeza.

Sabemos que la prohibición y la represión no solamente no sirven para nada, si no que son contraproducentes. La prohibición lejos de alentar a las personas a no consumir, crea un mercado clandestino y de mafias que acercan las drogas a las personas sin ninguna clase de límite ni restricción más allá del dinero del que se disponga. La historia de la "guerra contra las drogas" ha demostrado en todos y cada uno de los países donde se ha aplicado el prohibicionismo, ser completamente ineficaz, tenemos el ejemplo de la ley seca;

La prohibición se hizo efectiva en todo el territorio nacional, incluido Hawai, el 16 de enero de 1920. Durante la época que perduró la Ley Seca, entre 1920 a 1933, la Ciudad de Chicago se hizo famosa por el contrabando de licores y por los enfrentamientos entre bandas de gángsters, entre los que destacó la figura de Al Capone. Una figura que pasará a ser la inspiración para grandes directores de Hollywood.
Riesgo para la salud, incremento de la población carcelaria y aumentos de crímenes, mientras tanto el consumo no solo persistió, sino que además agravó las consecuencias en la salud de los sectores populares, quienes bebían licores clandestinos, que los contrabandistas vendían adulterados. A causa de esto, durante el período que rigió la ley Volsted, 30.000 personas murieron intoxicadas por ingerir alcohol metílico y otras 100.000 sufrieron lesiones como ceguera o parálisis.

Al aumentar el mercado clandestino, en el cual la droga tiende a ser más cara y de peor calidad, la salud de sus consumidores empeora más rápidamente, y aumentan los delitos menores como robos a personas o establecimientos.

Por otro lado, como socialistas nos debería preocupar el lado humano por encima de todo, anteriormente ya hemos visto que los gobiernos han sido en muchas ocasiones quienes han extendido las drogas entre el pueblo, y también debemos tener en cuenta el impacto que tiene sobre nuestra mente el vivir en una sociedad capitalista tecnológicamente avanzada, con ésto sobre la mesa, ¿de verdad lo correcto es castigar a los consumidores, muchos de ellos adictos?

El caso de Portugal es un caso singular y supuso un punto de inflexión en la lucha contra las drogas en todo el mundo. Portugal en el año 2000 tenía el índice más alto de usuarios de heroína y cocaína de toda Europa, así como el mayor número de muertes por sobredosis e infecciones de VIH/SIDA.
Reunió entonces a un comité de expertos, el cual con el Dr.Joao Goulao a la cabeza, decidieron que lo que debía hacer Portugal era despenalizar el consumo de toda droga, desde marihuana hasta heroína, por supuesto la unión europea puso el grito en el cielo, todos pensaban que el consumo se iba a disparar aún más, lo cual quedó muy muy lejos de lo que pasó. 

Portugal no legalizó las drogas, solamente las despenalizó, eso significa que su consumo ya no es un delito penal, pero sigue siendo considerado una falta administrativa si llevas más de cierta cantidad, la cual puede saldarse simplemente compareciendo ante un "comité de disuasión", conformado por un médico, un psicólogo y un abogado, los cuales evaluarán si la persona es dependiente o no, y cuanta dependencia tiene. El comité puede referir a la persona a un programa de tratamiento voluntario, poner una multa o imponer otras sanciones administrativas.

La despenalización no es lo único que Portugal llevó a cabo, ni siquiera lo más importante, lo más importante fue dejar de ver el problema de las drogas como algo meramente legal, y empezar a tratarlo desde el punto de vista de la salud pública, desplegando un potentísimo aparato de prevención, tratamiento y reinserción en la sociedad, el cuál ha sido completamente fundamental para su triunfo. Los datos hablan por sí solos, El número de nuevos diagnósticos de VIH y SIDA cayeron considerablemente.

Entre el año 2000 y el 2013, el número de nuevos casos de VIH entre la gente que usa drogas decayó de 1575 a 78, y el número de nuevos casos de SIDA decayó de 626 a 74.

El cambio en Portugal no fue simplemente modificar dos leyes y ya, Portugal cambio culturalmente, dejó de verse al drogodependiente como un deshecho social, como alguien peligroso y marginal de quien hay que huir, y empezó a vérsele como un ser humano más con problemas. El número de personas en tratamiento entre 1998 y 2011 aumentó más del 60%, teniendo en cuenta que el tratamiento en Portugal es voluntario, estos números son aún más impresionantes.

Una vez eliminado el estigma de ser drogodependiente, las personas adictas tienen menos miedo de reconocerse así ante la sociedad, porque son conscientes de que van a recibir ayuda, en lugar de rechazo, lo que permite que más personas acudan a tratamiento de manera exitosa.

Aunque lo hecho en Portugal no ha logrado eliminar su consumo, ha demostrado ser la estrategia más efectiva en toda la historia, donde el prohibicionismo y el castigo históricamente solo han fracasado ellos han demostrado progreso y estar en la dirección adecuada. Si queremos que en el futuro la adicción a las drogas sea un recuerdo del pasado, el camino a seguir ya está marcado, solo tenemos que librarnos de los prejuicios y seguir investigando y experimentando en esa linea.

Un saludo, Dalus.